martes, 27 de septiembre de 2016

Lekeitio

Luego de numerosas ondulaciones y algunos precipicios, el bus me deja en este centro turístico. (Qué cerca se encuentra de Bilbao!) Ni bien bajé del bus, sentí una magia especial, un encanto muy singular. Es curioso, porque a pesar de recibir público, su esencia e identidad se mantiene intacta. Es otro tipo de turismo conocido por mí, precisamente el tipo de turismo que me encanta, el que no destruye y altera, sino que simplemente observa. Quizás la palabra para descubrir este fenómeno no sea"turismo"... (Cómo disfrutaría de ver lugares con más "observadores" y no turistas!) 

Cabe destacar que El Euskera hace gala entre los vecinos de sus serpenteantes calles, es común oírlo como primer lengua en sus bares, a lo que humildemente uno atina a responder con un "Egun On!" (Buenos días). Sin duda, Lekeitio es uno de esos destinos obligados cuando uno se acerca a        Euskal Herría. 
Es un paraíso sobre la costa, un puerto pesquero. 





*** Datos: 
Lekeitio se encuentra en la desembocadura del río Lea, entre los montes de Lumentxa y Ontoyo. Los muelles y la bahía abrazan la isla de San Nicolás, en la que firmemente flamea la bandera de Euskadi en lo alto del macizo.

En su arquitectura urbana destacan su iglesia gótica (una excelente muestra de este estilo en el País Vasco), se consagró en 1287, se reconstruyó en 1488 y amplió en 1504.

Luego de visitar su bonito muelle, recorro en una breve caminata su costa por la calle Santa Katalina Ibildes hasta llegar, precisamente, al faro de Santa Katalina, mojón de navegantes entre filosos acantilados. En su camino, degusto unas deliciosas moras silvestres que sirven de coalición para llegar al mediodía, luego de una     larga mañana.

Ya habiendo comido alubias con una ensalada muy rica en un típico restaurante, me despido de este precioso pueblo en el bus que sale minutos después de las 13 horas. Sabiendo que volveré a sus costas, un rato más tarde arribo nuevamente a Bilbao...

GRACIAS  POR  LEERME!

martes, 20 de septiembre de 2016

Bilbao

Gentileza de"Sin rumbo fijo"
          Mi viaje en avión culminó en Loiu, Bilbao, o mejor dicho, mi nueva vida comenzó en la
ciudad bilbaína. Euskadi me abrazaba y yo le agradecía tal gesto con una sonrisa. La cálida noche hacía que el momento fuese mágico,sin sobresalto alguno.

          Y esta llegada al aeropuerto fue mucho mas relajada, pienso yo porque era mi cuarto aeropuerto en tan sólo horas (se puede decir que uno obtiene cierta experiencia)... Y sin duda, lo que ayudó mucho es que parte de mi familia (dos primos) estuvieran allí esperándome y ofreciéndome su hospitalidad. Eso se agradece mucho y te hace sentir como en casa.

         Mientras escribo estas líneas, estaba pensando que no tengo fotografías de estos momentos (tal vez porque me sentía más relajado y quería llegar a "casa" después del periplo que había vivido en mi trayecto hacia el punto final, que era Bizkaia. El cansancio hacía mella en mi cuerpo, el cartelito de"low battery" titilaba, jajaja.
Gentileza de "Aeropuertos.net"

           A su vez, pienso que los recuerdos son mucho más emotivos que las imágenes en muchas ocasiones. El hecho de llegar a lo que sería mi hogar de ahora en adelante me presentaba algunos interrogantes, pero muchas certezas. Sentía como una energía positiva, buenas vibras, y que la ciudad haría que mi proceso de inserción sería minúsculo. Afortunadamente, mi predicción fue acertada,y hoy en día lo compruebo a diario.

          Quizás la parte en la que madurás en forma precipitada es en la cual te tomas un café en el hostel donde te hospedas y luego te acuestas a dormir lejos de casa. Cientos de imágenes vienen a tu memoria, sin embargo, es una energía inmensa en la cual te sientes muy poderoso,sientes que nada te puede parar, que lo has hecho. Inclusive, el amanecer soleado bilbaíno hizo que me sintiera totalmente acompañado. Esto sumado a que la gente del hostel y los que se hospedaban eran sumamente amigables y serviciales. Mi vida en Bilbao acababa de comenzar y de la mejor manera...


GRACIAS POR LEERME!

sábado, 17 de septiembre de 2016

Londres


London calling!

          La gran capital inglesa me daba alojamiento por unas horas para luego regresar a Bilbao, mi destino final. Unas horas al máximo con el jet-lag en la sangre, las nubes típicas infaltables y que hacen a Londres tan especial, pero qué va! La vida hay que disfrutarla. Sinceramente, me moría si me quedaba en el aeropuerto por 8 horas y no me cruzaba al centro aver y recorrer un poco todo.


         Como dije, llegué al Aeropuerto de London Gatwick, el segundo aeropuerto más grande de esta capital y el cual se encuentra exactamente en el poblado de Crawley, sólo unos minutos de tren/bus/auto al sur de la ciudad.
Afortunadamente, me esperaba un amigo en la gate (puerta) de salida. Ya habíamos quedado, y al no tener wi-fi (ni idea por qué no podía ingresar), fué muy importante el haberlo encontrado ya que de él dependía mi tour por la ciudad, jaja.

        Párrafo aparte para lo excelente que me sentí en "Migraciones" y en todos los controles en los que hablaban en inglés y yo me sentía en las nubes,jajaja. Tocaba suelo dónde la lengua nativa es el idioma anglosajón y eso se disfrutaba mucho, atrás habían quedado mis años de Instituto de pequeño o de la Universidad cuando estaba por mis 20´s.


           Les iba a decir, sin duda, que el tener pasaporte europeo biométrico (Sí, ese sellito que se encuentra en el frente, en la zona inferior, parecido a una cámara de fotos), y  sólo tener que pasar por una puerta y  ser escaneado es la bomba. Super ágil y práctico!

Ya habiendo dejado la mochila previamente bookeada desde Argentina, me dirigí a la estación de Thameslink y (ya también con el ticket ida y vuelta bookeado) emprendíamos camino a la city con mi amigo.

    Super sencillo viajar por Londres, aún no sabiendo Inglés te super arreglarías. Es muy amigable el servicio de transporte público y los atractivos turísticos.

      Bajamos en la Terminal de Blackfriars y comenzamos a pataer la ciudad pasando por los principales monumentos como la Catedral de Saint Paul, el Puente de La Torre, el Big Ben, Westminster, Trafalgar Square, London Eye y hasta un paseo en ferry por el Támesis, entre otras cosas. Sentís que en la ciudad hay millones de atracciones para disfrutar y creo estar en lo cierto. Eso es lo precioso de las grandes urbes!

      (Sin embargo, a veces reflexionaba si viviría en tamaña conglomeración urbana, o si sólo disfrutaba porque venía en plan turismo. Bueno, pienso que ese es un lindo interrogante que queda abierto)

        Yo conocí el centro de la ciudad, el cuál es muy turístico, y te dá una percepción de la ciudad, quizás un tanto parcializada, pero uno no puede negar que está presente en una de las ciudades más importantes del mundo y dónde parece que siempre suceden cosas. Muchas personas me han dicho que puedes estar años viviendo en Londres, y siempre hacer una actividad diferente. 
El centro se puede caminar perfectamente y en unas horas uno puede disfrutar de las primeras atracciones. Simplemente como para tener un paneo general y disfrutar de los puntos de mayor interés. Vale resaltar que si uno va en plan turístico, hay innumerables posibilidades de adquirir tarjetas simples como la Oyster Card o la London Pass que facilitarán tu traslado y tu estancia en la ciudad, respectivamente.



Ya un poco cerrando, puedo decir que disfruté muchísimo las pocas horas de Inglaterra (por ahora, ya volveré, al menos a pasear). Y que vale muchísimo la pena estar por acá si se está por Europa. Hasta diría que estando en un stop-over de unas horas como el mío, se puede disfrutar perfectamente sin necesidad de estar unos días. Me despido, nos vemos en la próxima.


GRACIAS POR LEERME!

jueves, 15 de septiembre de 2016

Vuelo Madrid - Londres


     Luego del stop-over de dos horas en la madrugada en Barajas, Madrid, partimos hacia el aeropuerto de Gatwick, London. Luego de mis primeros contactos vía celular con mi familia y amigos, ya estaba listo para partir. Como primer medida, ya se escuchaba mucho inglés en la fila del check-in y yo estaba alucinado, jajaja. Era un vuelo corta de algo más de dos horas, para llegar a Londres sobre las 9:20.

         Lo primero que percibí era que ya estaba super en confianza con el despegue, a pesar de que sólo había vivido uno, jajaja. Sentía como que ya volar era parte de mí. Curioso, no? Yo sentía algo por el estilo. Me sentí super cómodo, las azafatas también eran españolas y el avión Boeing 737-800 era mucho más amigable y volador, que el previo Airbus A330-200 que me había traído a través del Atlántico. Los sonidos de la inserción del tren de aterrizaje parecían acariciar el fuselaje.

          Ya una vez que emprendimos vuelo, los paisajes eran increíbles. Debo admitir que jamás pensé que la zona que rodeaba Madrid estaba rodeada de algunas serranías y que la aridez abunda en esos suelo. Sin embargo, nada de eso opacó la belleza de los diminutos caseríos anclados en los valles, o la presencia de parques eólicos desafiando abruptas laderas. Me había comenzado a enamorar de la tierra que me cobijaría en un futuro. Una y otra vez, pensaba en lo a gusto que me sentiría al recorrer esas hermosas montañas.

        Sobre volamos luego el País Vasco y me impresionó su belleza. Acantilados que morían en el mar nos dieron la bienvenida al mar Cantábrico. Cruzamos el mencionado mar bordeando Francia para luego enfilamos al archipiélago británico.
       La bahía cercana a Southampton realmente me sorprendió. Los barcos ingresando a los puertos y luego esos típicos verdes ingleses parecían de película. Lo que es más, la presencia de hermosos chalets y castillos hacían que las vistas fueran magníficas. Y luego ya el tráfico acercándose a la parte sur de Londres apareció entre el sonido de la bajada del tren de aterrizaje. Su presencia nos indicó que el aeropuerto de Gatwick nos daba la bienvenida...

GRACIAS POR LEERME!!!




lunes, 12 de septiembre de 2016

Cruzando el charco

           Era mi primer viaje y la ansiedad formaba parte de mi ser, pero no me nublaba a punto de no disfrutar. Más bien todo lo contrario, esa ansiedad era muy necesaria para disfrutar lo que acababa de emprender.

             Camino de Mardel a Ezeiza directo. Bus de una conocida empresa de transporte y ya caí en el Pistarini. Mi primer aeropuerto más o menos grande.





          Avión! Cruzar el charco, ese es el principal motivo que me trajo a escribir aquí. Lograr eso, un sueño trabajado y mejorado por mucho tiempo. Que quizás en muchos momentos de mi vida creí imposible, pero que las circunstancias de la vida me facilitaron su realización.

         Por dónde comenzar? Mirar el cielo desde un avión es fabuloso, es como que ya estás en el firmamento ahí tomando unos mates con Dios, o que estás cerca de morir, o no sé, jaja. Es 100% emoción. Te maravilla la enormidad de los cielos, el poder ver el Atlántico atravesando nubes cuál si fueras un ave en vuelo. A su vez, pareciese que lo puedes tocar con tus manos.

        La comodidad no es extrema en clase económica, sin embargo podés viajar bien. Se viaja como en un colectivo, durante 12 horas. Sólo que acá, estirar las piernas se limita a andar los pasillos e ir  al baño. Nada de otro mundo, pero a mí todo me parecía fabuloso, jaja. Estaba como en las nubes, literalmente.

         Sobrevolar los cielos de África a 40000 pies de altura, hacía que mi emoción se engrandeciera. Ver en la pantalla gps del asiento el loguito amarillo del avión era algo que te hacía sentir muy pequeño, pero al mismo tiempo gigante, con el poder de las alas y las turbinas de zurcar los inmensos cielos.

       Las 12 horas de vuelo se me hicieron bastante rápidas, sinceramente. Y la emoción de llegar a Barajas, Madrid fué alucinante. Sin duda, sentí que ya había hecho el viaje,a pesar de que tenía una stop-over en la ciudad española y luego en la capital inglesa, lo había hecho. Finalmente, cruzaba la puerta para, luego de pasar otra vez por "Migraciones", ya estar en suelo europeo.

El viaje recién comienza a darle duro a ello! Palante!


GRACIAS POR LEERME!

viernes, 9 de septiembre de 2016

Volar a Europa

         Arranco este blog muy emocionado! Me voy a Europa a vivir!!! Finalmente! Jajaja. Un sueño de hace varios años, realmente. Debe haber nacido muy pronto después de terminar la escuela secundaria, creo, allá por diciembre del 2005. Y nacio ahí, pero se fue gestando en estos años anteriores y al ir madurando, estuvo genial.

        No tenía ni idea de dónde iba a ir, pero siempre quise crecer. Y si era posible crecer viajando atravesando diferentes y diversas culturas y países, bienvenido sea.
        Agradezco a mi familia y amigos que me bancaron en este sueño y que me facilitaron el camino para poderme hallar-me. Y sobre todo, poder salir con la mochila aquella madrugada del 3 de septiembre del 2016 desde Mar del Plata al mundo. Todos ellos me permitieron ver que estaban para lo que necesite y eso me dió enormes fuerzas para concretarlo. Y sobre todo, encarar lo desconocido, no temerle y a darle caña con todo. Comenzar a vivir lo que siempre soñaste, lo que nunca hay que soltar. Muchas veces, ese miedo es inmenso,pero luego se convierte en una energía muy fuerte capaz de ser tu compañera inseparable. Y esa sensación es hermosa. La sensación de libertad...

       Creo que todo sueño es posible si se lucha suficientemente fuerte para no dejarlo pasar. Por eso, aquí estoy, con mi sueño en mis manos... dispuesto a realizarlo.

GRACIAS POR LEERME!

Londres 2018

      Volver a Londres a fines de agosto del 2018 significó mucho para mí. A decir verdad, esta vez venía de Bilbao, de acña cerca. Era...