martes, 12 de septiembre de 2017

Museo Vasco de Bilbao






         Estábamos en la Plaza Unamuno con mi hermana post merecido Kebab en la tarde bilbaína de intermitentes precipitaciones. De todas maneras, había ganas de internarse y pasar la tarde en uno de los Museos que rodean la Plaza. Es decir, se encuentra el Museo de Arqueología Vasco y el Museo Vasco, por el cuál nos decidimos en común acuerdo. Después de todo, no faltará oportunidad para darse una vuelta pronto por el Arqueológico.


        A decir verdad, después de abonar los 3 euros por cabeza y con una breve explicación de lo que constaba el museo hecha por el chico de la recepción, nos quedaba una incertidumbre bastante grande sobre qué nos íbamos a encontrar en el establecimiento. La preciosa muestra de trajes antiguos de Francia e Inglaterra, no era algo que nos llamara particularmente la atención, pero un pálpito nos decía que había mucho más en este lugar para observar...

Ídolo de Mikeldi, primer escultura del Museo
Diversas herramientas de hilado
       Entramos por el lateral izquierdo, y visitamos regiamente la exhibición de trajes pomposos bajo una tenue luz. Leímos los respectivos epígrafes, y fuímos coincidiendo que ese era un bonito aperitivo, a pesar de la poca relación (que luego descubrimos), con el resto de las muestras del lugar. Con las muestras que se pueden visitar en cualquier época del año, digamos...

         Y no nos equivocamos, afortunadamente. Lo mejor estaba por venir! Unas muestras detalladas de como esculpían la piedra antiguamente, nos recibió en la planta baja. . Descubrimos un bonito patio interior, flanqueado por bonitos arcos simétricos. Obviamente la Escultura "El ídolo de Mikeldi", que corona dicho patio, y la cual se ve en una foto, es el centro de atención, ya que es la primer obra traída al Museo, que data del S V AC.  Increíble los lugares que se esconden en el Casco Viejo, en reiteradas ocasiones, ocultos de la urbe actual.... 




Ejemplos de bordados con sus pintorescos detalles
          Seguimos caminando y subiendo pisos, y comenzamos a conocer sobre la cultura pastoril y el hilado de lana y lino con un precioso telar a tamaño real e innumerables herramientas para dicha tarea. También en esta planta, se encuentra la muestra sobre los vascos y su relación con el mar, descubriendo nuevas características que siempre sorprenden, valorando una vez más cómo la luchaban, y todo lo que ha significado el Cantábrico en la idiosincracia, la cultura y la historia de Euskadi. Personalmente, me fascinó este sector, jamás me canso de aprender algo más sobre la navegación y su importancia en descubrimientos de lugares y como fuente de vida y trabajo. Con sólo esta sección, ya vale súper la pena, la entrada al Museo. Es más me encantaría que muchos vascos jóvenes vieran cómo lucharon sus abuelos vascos, los cuales no la tenían nada fácil para simplemente sobrevivir.

     Ya en la segunda planta, abundan las cerámicas, lozas, porcelanas y demás instrumentos de vajilla. Particularmente, no me interesa mucho todo eso, pero igual me llamaron la atención ciertos diseños y colores en jarrones y platos, jaja. En esta misma planta, hay una muestra de una ferrería, que está excelente! Herramientas para todo lo relacionado al forjado y varias veletas de hierro decoran este agradable espacio. Una vez más, se destaca la importancia de esta labor en la historia de los vascos, que ha tenido gran influencia hasta bien entrado el S XX.



        Por último, llegamos a la tercera y última planta, en la que nos recibió una magnífica maqueta en un tamaño muy considerable (aproximadamente medirá 6 x 4 metros) sobre Bizkaia y su Orografía, en la cual se representa detalladamente cada pequeño caserío, pueblos, ciudades y los montes que le dan forma al precioso relieve de este lugar tan particular. Nos llamó la atención la cantidad de montes que existen y donde se encuentran ubicadas las aglomeraciones, aprovechando cada pequeño valle entre dicho relieve accidentado. 
En este piso, se encuentran también muestras de cartografía de diferentes países y una réplica a tamaño real de lo que fuera el Consulado de Bilbao, perfectamente representado, y que daba la impresión de que eras un partícipe de alguna Asamblea, decidiendo el futuro de la villa de Bilbao.
           Sin duda, llegamos a la conclusión de que este Museo te atrapa muchísimo más que el Guggenheim. No sé, cuenta más la historia del lugar y su gente. Me cuesta descubrir la riqueza en obras totalmente abstractas como las del mencionado museo contemporáneo.         En cambio, encuentro un enorme acercamiento cuando veo una herramienta manual o una cuaderna de un bote, que le ha dado de comer a múltiples generaciones. Siempre me atraparán mucho más los museos de este estilo, los relacionados a la sociedad y sus labores, los que cuentan la historia de un lugar, los que vuelan más sobre la real superficie de la vida, sobre las cosas simples, y que sobre todo, cuentan algo de los pueblos...


Telar y su magnificencia

Maqueta de Bizkaia



GRACIAS POR LEERME!!!

lunes, 4 de septiembre de 2017

Un año en Bilbao



     Un año en Bilbao!!! Parece mentira, yo que había venido onda para venir a conocer mis raíces acá a Euskadi, y sigo viaje para las islas británicas, acá estoy, firme en el País Vasco, haciendo patria, jajaja. Parece ayer que me tomaba el bus de Mardel, con mi familia saludándome y dándome fuerza a través del cristal de la ventanilla. O parece que fué hace una semana atrás cuando el avión flotaba sobre Buenos Aires y se comenzaba a asomar tímidamente al Océano Atlántico. La verdad que no me arrepiento ni un segundo de mi decisión, ya que esta me ha permitido vivir muchísimas experiencias increíbles en este lugar, que hoy se ha convertido en mi hogar. Sí, Bilbao ya forma parte de mi historia de vida.

     Atrás han quedado las tardes de hostel charlando con gente extranjera que hacía el Camino de Santiago. Atrás han quedado las caminatas en solitario conociendo barrios y usando el gps del celular todo el tiempo. Atrás han quedado las perdidas y no tener ni idea de dónde iba, o en qué calle estaba tal y cual lugar. Atrás han quedado

      Ahora ya la cosa es distinta, no existen tantos sorprendentes matices, creo que he llegado a estar en una nueva zona de confort, que es Bilbao actualmente. Me siento como en casa. No me parecen raros los acentos de por acá. Entiendo bastante la idiosincracia de la gente de estos lares (y también la nuestra, gracias al intercambio mutuo). He hecho muchos amigos y gente conocida, pilar fundamental en la inserción a un nuevo sitio. He tenido varios trabajos conociendo a empleadores y a compañeros de trabajo, lo que me ha permitido madurar y crecer en muy poco tiempo (Sí, porque nunca somos lo suficientemente maduros). He tomado la migración y la inserción en un lugar totalmente nuevo, como algo súper natural si traés buena onda, le ponés garra y creés en vos mismo.

      He descubierto que migrar es una característica que te suma, y mucho. Muchas personas la deberían hacer. Quizás a algunas personas las beneficia mudarse a un nuevo lugar cercano, a otras nos ha servido cruzar el charco y estar a varios kilómetros de distancia de los nuestros. Qué se yo, una va haciendo una nueva vida, va soltando, lo cual es muy importante en la vida. Por esto mismo, siempre animo a la gente que lo haga si está cerca de hacerlo, incluso la que no está tan cerca... Hay que perder el miedo a arriesgar, la vida se nos esfuma. Todo es muy volátil. Muy efímero.




     Volviendo a mi traslado a Euskadi. Nombres como Txurdinaga, Santuxtu y Basarrate ya forman parte de mi léxico. Al igual que "móvil", "hostias!", "Txapeldún" y "Hombre!, Qué tal'". Incluso algunas palabras en Euskera he aprendido, no las que quisiera, pero obstante, las suficientes para que me digan: "Bueno, ya es un buen comienzo". No es usa mucho el Euskera en la ciudad, por eso mismo, no he sentido esa pasión y necesidad que se precisa para aprender un idioma.

      Bilbao como ciudad es una aglomeración no muy grande, algo así como 350 mil habitantes que llega a un millón aproximadamente se unimos sus pueblos y barrios adyacentes, que harían las veces de lugares satélites. Dicho sea de paso, lugares eficientemente comunicados con la gran urbe y a escasos kilómetros. Es como lo que les he dicho de la costa, a pesar de que Bilbao no tiene costa como Mar del Plata, está a sólo unos minutos de subte, en un trayecto súper cómodo y que abarca sólo unos minutos desde el pleno centro de la ciudad. Me he adaptado muy fácilmente a características que funcionan muy bien, y en un lugar donde la calidad de vida sostiene una vara muy alta. En poco tiempo, sentís que es una ciudad chica, pero que a su vez, tiene muchas oportunidades para el que las sabe aprovechar y tiene un poco de suerte.
       En lo personal, y como una breve conclusión, diría que este cambio en mi vida tiene un balance súper positivo. Sin duda, magnificado por el hecho de que hacía mucho tiempo sentía la necesidad de hacerlo y era un trayecto de vida porque el que debía transcurrir. Doy gracias a Dios y a mi familia, que me animé a hacerlo y perder el miedo de "soltar" para ganar. Siento que sume años a mi vida en tan sólo un año de calendario. Han sido muchas experiencias en las que me fortalecido, me he conocido un poco más y en los que abrí mi mente en un grado bastante considerable. Y siento que todo esto recién comienza y lo mejor está por llegar...

GRACIAS POR LEERME!!!

Londres 2018

      Volver a Londres a fines de agosto del 2018 significó mucho para mí. A decir verdad, esta vez venía de Bilbao, de acña cerca. Era...