viernes, 22 de diciembre de 2017

Elorrio



      Un mojón en la entrada al pueblo muy nuevo y colorido señala:

"Elorrio fue fundada en 1356 por Don Tello, el señor de Bizkaia, para proteger a la Tierra de Durango de los ataques de los hidalgos y bandoleros guipuzkoanos.
Elorrio era una pequeña ciudad amurallada habitada por hombres libres, pero sólo tenía dos calles - la del Río y la del Campo (hoy Don Tello) - y 30 casas.
Guerras (1468) e incendios (1480) redujeron aún más la villa a fines de la Edad Media, pero permitieron liberar un espacio para construir la nueva iglesia de la Purísima".

     Elorrio simula estar en una siesta eterna. Apenas se oyen algunos niños y un par de personas mayores que salen de un bar, presidido por una joven camarera. Yo me siento en la plaza, comiendo un sanguche, admiro la iglesia. Imponente ella, no sólo su arquitectura exterior, sino su interior. La gente me observa. Claro, los turistas no se acercan hasta estos lares tan frecuentemente. Y yo, quizás sin saberlo, hago las veces de foraño...

Las típicas sábanas colgando de los balcones
     Asombrosa combinación de balcones muy antiguos, que datan de la fundación de la conglomeración. Y siempre con algo nuevo, unido a las nuevas generaciones, para incorporar algo de modernidad a estos lugares que parece que el pasado los cobija eternamente. Junto a eso, reina un silencio que apenas parece alterarse con algunos saludos de vecinos o algunos niños de la mano de sus abuelos. Ah, hago una pequeña aclaración, los abuelos cuidan mucho de sus nietos por estos pagos, más de lo que he visto en otros lugares. Quizás se vean más afuera de las casas, y también acá hay más gente adulta (pirámide invertida) y los viejos viven más, por otro lado.

      En mi corta estancia de dos horas, caminé un poco el pequeño pueblo, ví y fotografié algunas construcciones que me llamaron la atención. La ruta divide al pueblo en dos, como siempre se observa por acá. La amama va a comprar el pan, y el camión la espera que pase en el bien pintado paso de zebra. Así, entre medio de las casas. Nunca deja de llamarme la atención eso. Una, que no se precisen semáforos, y otra, que la ruta pasa tan cerca del pintoresco poblado.

     El cansancio ya era parte de mi cuerpo. Había bajado del Udalaitz, y mis piernas me pedían acercarme a la parada del puntual servicio del Bizkaibus. Arribó perfectamente a tiempo, y subimos unos cuántos pasajeros. Ya en el viaje, con los auriculares con alguna musiquita moderna, iba planeando otros nuevos paseos...




Esa combinación de modernidad y "lo antiguo" y "la historia"...

Placita y Ayuntamiento...


Los pasos de zebra y la ruta al medio del pueblo...

La particular parroquia...


GRACIAS POR LEERME!!!

lunes, 11 de diciembre de 2017

Rioja Alavesa


      Mensaje de un amigo de Tres Arroyos acercándome una invitación para viajar de Aretxabaleta hacia La Rioja Alavesa con su tío y dos amigos. Sin dudarlo, acepté. Me pareció una excelente manera de aprovechar mi día libre. Conocer lugares nuevos junto a amigos.
        Viaje conversacional y disfrutando de los paisajes de los valles vascos hasta que nos internamos en La Rioja Alavesa profunda. Las panorámicas detallan un poco de lo vivido. Precioso lugar!


 Claro, por ahí el hecho de desconocer una zona ayuda al hecho de que te asombre tanto el cambio de paisajes. O eso quizás sea lo que sucede en muchos lugares de Europa. El cambio total de superficies y paisajes en muy poco espacio. Y esto ocurre también en Europa, en lo referido a culturas, idiomas, costumbres y gentes.

        La Rioja Alavesa es una llanura rodeada de pequeñas cadenas de sierras de picos de mediana altura. Lo más preponderante es el cultivo de la vid. Pràcticamente integra es la superficie dedicada a esta fruta, y la zona es mundialmente conocida por sus vinos tintos, sus "crianzas"... La gente labura en la planta, en la fruta, bien artesanalmente. Un trabajo super sacrificado, en el que se congregan muchas personas en pequeños espacios. Una labor que se hace brote a brote, uva a uva, centímetro a centímetro.


        Es increíble la cantidad de bodegas. Muchas familiares y otras de renombre con ostentosos edificios que están rodeadas por hoteles cinco estrellas. Los diferentes matices, no? Los distintos negocios que conviven en el mismo espacio. Y así uno puede degustar un vino tanto por tan sólo 1 euro, o bien por 5, y mucho más.

          Personalmente, fué como un grato recuerdo ver un poco de extensión llana, de campos. Hacía varios meses que no veía algunas hectáreas de llanura (a pesar de que esto, se aleja de esas tierras con 40 centímetros de humus y una gran capa de verde encima de esos campos hermosos del otro lado del continente, jaja).  Bueno, y eso, de vez en cuando existe una melancolía en mí recordando paisajes. Eso es lo que tiene vivir en Euskadi, jaja. Ahora que lo pienso, me vendría bien salir a "tomar campo" de vez en cuando...

         Otra cosa singular que encontré es que los pueblos tienen el color de las tierras que lo rodean. Es decir, un tono ocre, que me hacía acordar a las peliculas del Lejano Oeste o a esas que se grabaron en zonas desérticas de África. Suena a medio fantasma, pero si un día tienen la suerte de visitar estos lugares, me darían la razón. Es que te deja esa sensación. Como les dije anteriormente, es fabuloso como cambian los terrenos en poco espacio. Bueno, y también cambian los límites provinciales en unos poquitos kilómetros. Cosa llamativa para alguien que recién arriba a estos lares...

GRACIAS POR LEERME!!!


Londres 2018

      Volver a Londres a fines de agosto del 2018 significó mucho para mí. A decir verdad, esta vez venía de Bilbao, de acña cerca. Era...