domingo, 23 de julio de 2017

Hendaya

       

         Hendaya, Hendaye en Francés y Hendaia en Euskera, nombre que significa "Bahía Grande". A escasos kilómetros de Donosti, y comenzando a vivir Francia, nos encontramos con esta bella ciudad costera. Te dá la sensación de estar invadida de pueblos, a lo largo de su costa, porque está a unos pasos de Irún y Fuenterrabía, es como toda una continuación de ciudades a lo largo del agua. 

Homenaje a los Caídos de Guerra. Estas cosas siempre son muy significativas, estés en la parte que estés en el mundo, seas de la nación que seas...
        Justo cuando la conocimos con mi hermana menor, estaba muy nublado y húmedo, que eso hace que uno tenga una percepción subjetiva del lugar. No obstante, se puede apreciar que son lugares muy bellos. Me imagino cómo será con un día soleado!

            Casitas muy pintorescas, ya tienen la onda francesa. Sin ser muy estudioso de la arquitectura, uno puede reconocer cuando tienen un toque francés, distinto a lo que uno ve en otros lugares. Esas típicas construcciones geométricas, blancas, amplias. Las veredas muy limpias en la mayor parte del lugar, digo esto porque había algunos lugares de un paseo que no estaban tan limpios.

               A pesar de que había algo de tránsito de modelos de automóviles que usualmente no se ven en Argentina, la ciudad es muy tranquila. Con una población de unos miles de habitantes no se altera en lo más mínimo, y hace que la siesta esté presente en todos sus aspectos, con escaso movimiento...

          En el puerto y la llegada del río al mar, se ve que se hacen muchas actividades naúticas como navegación a vela, windsurf, kayak. Incluso favorece estas actividades, el hecho de que tiene relativamente poca profundidad. Me sorprendió la cantidad de barcos amarrados en los muelles, daba la impresión de estar superpoblado este "estacionamiento de naves".

           El idioma francés escuchado es un placer para los oídos. Me encanta esta lengua! Inclusive para leerlo es bastante predictivo. Ponele los carteles se comprenden bastante bien, aunque no sean obvios ni estén acompañados de un símbolo gráfico. Ahora que lo voy estudiando un poco, se comprende muchísimo. No es tan alejado al español...


         Como dato de color, y las preguntas que haría Lita de Lazzari, los precios de todos los víveres y cosas varias están muy parecidos a Bilbao. No encontramos una diferencia sustancial. No te sacuden con todo, ni nada por el estilo.








Hay una playa muy bonita, que a pesar de que estaba nublado, se podía apreciar su belleza y su magnitud. Muy extensa para ser de estos lares! Ah, me olvidaba! La arena re finita, muy suave!





















Aunque parezca mentira esto es un supermercado, demasiado distinta la fisonomía de arquitectura que solemos reconocer en los grandes mercados. Una curiosidad...


Señalizaciones en Inglés y en Euskera








Esta es la Terminal ni bien bajás del tren...
GRACIAS POR LEERME!!!

domingo, 9 de julio de 2017

Volviendo a San Sebastián

         
        La verdad que iba a Donosti por tercera vez, pero el hecho de que siempre ha sido en una circunstancia diferente, me llena de energía ir a la costa vasca, potenciado porque es Donosti, ciudad preciosa si las hay.

          El hecho de que hayas ido un par de veces, hace que la ciudad te resulte algo conocida, pero no te parece para nada habitual. Es decir, siempre hay infinidad de paseos y geografía por descubrir, incluso cuando sólo tienes algunas monedas de diferentes tamaños y algún billete de 5 euros y otro de 20. Bah, ahora que pienso, he descubierto que esa manera de viajar es la que siempre me ha acompañado, pero creo fehacientemente que es la más pura, la más real. Esa que no te permite alejarte de la visión de siempre sorprenderte ante la maravillas de costas o de montañas, de los lugares y su gente, hasta de llamativos carteles que adornan esquinas, jajaja.

         Después, otro aspecto importante, es que Donosti es inmensamente francesa. Se respira en cada esquina. Quizás sea algo personal, pero creo que mucha gente coincidirá conmigo al conocerla. Su arquitectura, la presencia de realeza o aristocráticos a lo largo de casi toda su historia avalan este concepto. Obvio, que no descubro nada. Sin embargo, me parece necesario aclarar que estando en Euskadi, es la capital menos euskaldún entre las distintas provincias. La tan corta distancia, (escasos kilómetros) del país galo, ha estrechado lazos y vínculos muy fuertes a lo largo de la historia y la actualidad. Estos lazos están presentes hasta con los ojos cerrados, jaja. Se respira Francia!









        El turismo es algo primordial y notable en esta ciudad. Íbamos caminando con mi hermana hasta el funicular del Monte Igeldo, y no escuchábamos una sóla palabra en español. Turistas extranjeros invaden la zona, aún cuando ni siquiera es verano por estos lares. Debés tener más inmersión con frances, inglés y alemán que en Bilbao. Ese es un punto que me atrae mucho, pero admito que en algunos puntos, en Bilbao hay movida, magia. pasa como cuando en Capital dicen "En el Oeste está el agite", jajaja, aludiendo que pasa de todo un poco en la zona oeste de la capital argentina.

         Sin duda, que San Sebastián es un destino OBLIGADO para alguien que quiere conocer Euskadi. Es preciosa la ciudad y se la recomiendo a cualquiera que ande por estos lares y que quiera disfrutar una estadía en una ciudad muy especial.

GRACIAS POR LEERME!!!

domingo, 2 de julio de 2017

Irún

     Ida a Irún. Sí, decididos a cruzar la frontera limítrofe y arribar a Francia, aunque sea al lado de Euskadi, pero cruzar el río, y por consiguiente, el límite territorial. Pero eso ya será otra entrada: lo de cruzar "Al otro lado del río", diría Jorge Drexler, jajaja.
Primero hablemos de Irún, ciudad de unos miles de habitantes, a dos pasos de Donosti. Incluso se arriba en unos minutos de colectivo. Y es más, de Bilbao, es al toque, estás ponele en hora y media aprox.

      La ciudad es chica, pero tiene su atractivo. Una de sus calles principales, la Colón creo que es, es muy movida y hay mucha vida. Incluso me gustó que había muchos nenes y gente joven, cosa que escasea muchas veces en algunos recónditos pueblos euskaldunes.

      Esta vez llegamos en cole con mi hermana, nada de "el romanticismo de los trenes que arriban a cientos de pueblos y se te van 3 horas, jajaja". Fué bastante rápido, en 1h50´saliendo de Bilbao, como les decía. La verdad que Irún es bastante predecible en lo que a orientación se refiere, aunque fué de mucha ayuda pedirle indicaciones a unas amables viejitas que atendían un supermercado, y luego a un viejito de una relojería, quién no se contentó con darnos indicaciones de atrás del mostrador, sino que además salió a la calle y nos explicó "in situ". Ah, claro, les aclaro, porque andábamos buscando la Estación de Trenes.

        A la vuelta de Hendaya, paseamos en la tardecita de Irún, bien mochila en las plazas y por algunos puestos medio hippies (que acá están atendidos por africanos y peruanos, o bolivianos. No se ven rastas, ni se escucha mucho reggae en los puestos, como suele haber en otros lugares).


      Ciudad que estaría buena para vivir, no es ni cheta, ni con aire afrancesado como Donosti. Es un pueblo con vida, es una linda combinación. Se percibe que esta cerca de la línea limítrofe. Sin embargo, apenas se escucha francés en sus calles. Por no decir, que es imperceptible este detalle. Digamosló, no se escucha nada del idioma galo, jajaja. Es más, la onda en muchos momentos me hacía parecer que era Balcarce o algo así, bien deja vú, jajaja.

      Luego después de haber andado unas horas, bus de vuelta y "agur" Irún con una sonrisa en el rostro a través del cristal del bólido lleno de pasajeros de diversas nacionalidades. Esa última frase, jajaja.

GRACIAS POR LEERME!!!

Londres 2018

      Volver a Londres a fines de agosto del 2018 significó mucho para mí. A decir verdad, esta vez venía de Bilbao, de acña cerca. Era...