viernes, 30 de diciembre de 2016

Elantxobe

Ya de movida, te impacta la belleza del pueblo.
           Elantxobe, pueblo mágico, inclinado si los hay. Verdaderamente en pendiente! Un desafío para andarlo, un paraíso para disfrutar. Dá la sensación de estar invadido por las casas, en todo momento completamente rodeado de viviendas sobre la pendiente. Calles muy estrechas, ideal para caminarlo, difícil para transitarlo en vehículo.


Te bajas del bondi, y tenés esta vista. Sin palabras!
            Yo lo que hice, es el clásico de siempre. Laburaba de noche, unas horitas libres, así que sumé otro paseo a un pueblo vasco. Este autobus salía de la Termibus, la Terminal donde parten y llegan todos los bondis de Bilbao. Bizkaibus tomado, me aseguro preguntando al chofer si me lleva a Elantxobe. A decir verdad,siempre lo hago para romper el hielo y comenzar una conversación, jajaja. Ya el viaje en el colectivo fue un paseo por todos los pueblos de la Vasconia interior y ya posteriormente, que rodean la Reserva de Urdaibai. Yo disfrutaba como un nenito abriendo los regalos del "olentzero". (Ah, así nombran a Papá Noel en Euskadi, por cierto).

            Les decía, siempre me llamó la atención este pueblo, lo tenía en el tintero. Lo veía como escondido, "privado",digamos. O mejor, dicho, enclavado entre cerros y pendientes que caen al Cantábrico de una manera espectacular.

Panorámica número 2 al bajarse del cole. 
           Iba bajando al puerto entre sus sinuosas calles, pero antes, hice un alto en una escuela para preguntar dónde quedaba el Ayuntamiento, como para obtener algún dato del pueblo. Los niños estaban en una clase de Educación Física, qué hermoso! En el pueblo, la "clase de Educación Física",consistía en ir corriendo hasta la iglesia atravesando una empinada cuesta y volver a la escuela. Ese itinerario, hacerlo dos veces. Recordaba a los alumnos de Mar del Plata, en las barriadas que solíamos hacer. Qué genial que es eso, ver la sonrisa de los niños al hacer actividad física y cuánto lo disfrutan, eso no conoce de fronteras, ni idiomas. Me fuí de la charla, jajaja, Perdón!

 
El puerto es pequeño, pero muy cerca de él, hasta se practica buceo, favorecido por la claridad de las aguas del mar y las zonas rocosas.
          Ya en el pequeño Ayuntamiento, una joven me dió un folleto, y me dijo: "Bienvenido a Elantxobe. Es un pueblo que en verano recupera su trajín, ahora está un poco dormido, pero lo vas a disfrutar mucho. También es un poco difícil para la gente mayor (la verdad que tenía razón, con sólo asomarse a la ventana y ver la pendiente), pero bueno, está bien comunicado, y tiene algo de especial". Me quedé pensando un momento, le agradecí por su amabilidad y me despedí.


Esa magia que tienen los pueblos que tienen la suerte de que los bese el mar...

          Ya una vez que bajé al puerto, disfruté un poco de mirar el extenso mar. Son esos momentos de meditación contemplación. A lo lejos, se escuchaban las voces de algunos pescadores, y por el otro rincón, unos buceadores "duchaban" sus trajes de neoprene. Luego de algunas fotografías de rigor, comencé a subir nuevamente al "centro" del pueblo. 
Escudo de Elantxobe que se encontraba en el portal de una casa que recuerda el pasado marinero del pueblo, muy vinculada a la pesca de ballenas.
            Ví dos bares, la iglesia, una charcutería (carnicería de acá), y una "tienda" que hacía las veces de "almacén de ramos generales" de los pueblos de campo de Argentina. Me aprovisioné para mi travesía al Cabo Ogoño, (que luego en otra entrada, les voy a escribir), y agradecí que fuera menos de las 12am, porque el único negocio cerraba a esa hora, y luego no volvía a abrir hasta el otro día.
Entrada del pueblo...
Ya en el pueblo,se puede ver la inclinación de tooooodas sus calles.
          Un poco más del mediodía ya había pasado, y el tibio sol d einvierno asomaba luego de la matutina bruma. Era hora de regresar. Le hice un guiño al lugar, sabiendo que iba a regresar en otro momento. Tomé el autobús y comencé a escribir un poco en mi trayecto mientras aparecían y aparecían los pueblos a través de los cristales...

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martes, 13 de diciembre de 2016

Mi Árbol Genealógico: Mi rama Vasca

Crescencia, mi abuela materna de joven. Vasca, muy maja, como dirían acá.
        Cuando llegué a Euskadi tenía algunos datos de la rama de mi abuelo materno, pero prácticamente nada de la parte de mi abuela materna. Y un poco lo que me trajo acá fué conseguir data de toda la rama de mi abuela precisamente. Lo que me trajo al País Vasco fue eso, ya habrá tiempo para la rama de mi abuelo materno, que era originario de Camporredondo del Alba, en Palencia, Castilla y
León.

            Volvamos a lo que estábamos, mis raíces vascas. Mi abuela y su familia eran originarias de Larrabetzu, un precioso pueblo de la Vasconia, muy cerca de Bilbao (Acá esta la crónica de mi ida al pueblo!). Hacia allí me dirigí para obtener data,que un poco me la proporcionaron mis tíos abuelos que aún viven ahí mismo, y otra me la proporcionó el Ayuntamiento mismo de Larrabetzu.

Comunión de mi abuela Crescencia
          Todos los trámites de averiguaciones de antepasados se realizan en los Juzgados de Paz de los Ayuntamientos o en las Iglesias aquí en Euskadi,y en casi todo España. A partir de tener el acta de nacimiento de un antepasado ya vas obteniendo los nombres de padres y abuelos,generalmente. Y así vas armando el árbol de tu sangre.

         Verdaderamente, se puede llegar muy lejos. Por ejemplo, en mi caso, alguna data de mis antepasados está en los Ayuntamientos donde han sido asentados y del 1900 para atrás se encuentran en el Archivo Eclesiástico de Derio, otro pueblo cercano a Bilbao.  (Párrafo aparte para este Archivo, que con una Web muy dinámica se pueden averiguar las Actas de Nacimiento, las de Defunción y los Casamientos de las personas asentadas en la zona.

       Llegué acá, con aproximadamente 250 personas en mi árbol, y hoy ya voy más de 340 personas. Todas las que he agregado en este último tiempo son de mi raíz vasca, de mi abuela materna y sus antepasados. Sumando pueblos que habitaban y conociéndolos en mi estadía por acá.
Ayuntamiento de Larrabetzu, lugar donde está asentada mi abuela y gran parte de sus antepasados
Incluso lo principal, es que he crecido en las ramas para arriba, las que más me interesan, llegando actualmente a datos del año 1750. Espero seguir recolectando data y sumar más familia de mis otros 3 abuelos, aunque ya de mi otro abuelo materno, ya voy obteniendo bastante data.

En la fachada del Ayuntamiento se recuerda que estamos en Euskadi...

      Luego les seguiré contando...

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lunes, 5 de diciembre de 2016

Bermeo

       Luego de mi paseo en Mundaka, emprendí viaje a pie hacia Bermeo. Son escasos kilómetros y el sendero frente al mar es super agradable y transitable. Era media mañana, en mi paso descubrí "La Paloma", una monumental plataforma marina a lo lejos, sobre el horizonte, pero a escasas millas de la costa, o al menos, su tamaño me hacía parecer eso...


         Sin más, llego al pequeño pueblo pesquero y me impactó su belleza. Quizás porque está en una bahía, y fué apareciendo progresivamente, poco a poco, con mi andar. Me dió la impresión de tocarlo, lo veía tan compacto ahí, como esperando ansiosamente a que develes su encanto... Y me acerqué.



        Ya al internarme en sus sinuosas y angostas calles, descubrí porque los vascos están orgullosos de este lugar. Tiene algo de magia, o mucho de magia, mejor dicho. Su relación con el mar no preciso describirla, está a la vista! Todos los antepasados de la villa y los que habitan en el presente, tienen una estrecha relación con el agua y la pesca. A pesar de que obviamente su singular belleza, atrae cada vez más al sector relacionado con los servicios. No es para menos!

      Me quedé una corta mañana entre sus vecinos, pero sinceramente, me hubiera quedado una vida. imaginé pasar mi futuro ante semejante belleza. Que mis últimos años de vida ocurran aquí. No sé, que sé yo, fué raro. Quizás fabulaba demasiado, pero sentí algo así.
        El punto neurálgico del pueblo, como imaginarán, es el puerto, pero en algún siguiente post hablaré de su precioso Museo Marítimo, (el cual tuve el gusto de conocer). También cabe destacar que Bermeo fue la capital de Bizkaia por muchos años. De visita obligada también son la Iglesia de Santa Eufemia (S XIII), el Convento de San Francisco (S XVI) y el Templo neoclásico de Santa María (1820).

          Obviamente, el sólo transitar andando sus calles, con el trinar constante de las gaviotas, hace que el paseo sea magnífico. En ese momento, comprendés muchas cosas. Incluso aprendés que el silencio muchas veces, está compuesto de miles de sonidos. Y la naturaleza, una vez más, contorneá los paisajes, les dá vida. Y es eso lo principal, la relación del medio ambiente con nosotros. Se pueden imaginar la existencia de Bermeo sin su mar y sus gaviotas? Imposible! Cuando comprendés todo eso, comenzás a darle la justificada importancia del medio para con nosotros...

    Luego sigo escribiendo de algunos monumentos y sitios de interés de Bermeo, de los que tuve la suerte de visitar en mi visita!

GRACIAS POR LEERME!!!

lunes, 28 de noviembre de 2016

Mundaka

   
            Mundaka no es sólo esa gran ola izquierda de 400 metros que atrae a surfistas, kitesurfistas y windsurfistas de todo el mundo. Mundaka es mucho más, y así lo descubrí ayer en mi viaje matinal (como de costumbre, me encanta esta rutina, viajar madrugando un poco luego de laburar el día anterior por la noche, y antes de entrar al otro día a la tarde...) a este bello lugar.



   





            Arribé en el bus, como suelo acercarme a los pueblos que hacen de satélites de Bilbao. Y es que están realmente cerca, anda aproximadamente a 40 kilómetros Mundaka de Bilbao. Increíble! Está al lado!

       Me bajé del bus, luego de una amena y breve charla con el conductor,quién me indicó los horarios y lugares de los autobuses que paraban en Mundaka, y en Bermeo, para que tenga diversas opciones a mi disposición. Llegué a eso de las 8:20 al pueblo, el cual tibiamente parecía despertarse, pero que aún no lo hacía, dándome la sensación que yo sólo caminaba sus calles. Y es muy probable que así lo fuera...

        Siempre que llego a lugares de este estilo, suelo ir a la oficina de Turismo, para intercambiar unas palabras con alguien del lugar y que me distinga los lugares claves a visitar. Aunque hoy en Internet esté "todo", muchas veces me rehúso un poco a ampliar en forma exponencial mi conocimiento basado en la web. De todas maneras, siempre sirve leer un poco en la red, cuando los pueblos son muy pequeños,o aún duermen, ambas situaciones que se daban en mi llegada a Mundaka...

        Luego de recorrer su pequeño casco urbano y sus pintorescas calles y casas típicas de la costa vasca,diviso el pequeño puerto y el mar. Siempre me causa algo especial que un pueblo tenga mar, creo que a todos les sucede esa sensación de que estás conectado al mundo, por más aislado que estés. Y a decir verdad, ahora que pienso, es así. A pesar de que la tierra nos une, el mar lo hace con todas las partes del planeta...

        Algunos barcos yacían amarrados a las marinas, y una hermosa parroquia se galanaba pegada al mar. Custodiando esa famosa ola izquierda que nace en estos hermosos lugares. A lo lejos divisaba la Isla de Ízaro, esa misma que trajo tantas disputas entre los habitantes de Bermeo y Mundaka por su pertenencia, y hoy es celebrada en la fiesta de Magdalena. También se divisa todo el estuario de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai con abruptos acantilados y zonas de playa como el extenso Arenal de Laida. Es decir, toda la desembocadura del Río Oka al Mar Cantábrico.



       Luego de un breve paseo por el pequeño puerto y ver muy bonitas casas, llegué a la Ermita de Santa Catalina. Hermoso templo ubicado en una zona privilegiada, cercano al mar y donde se respira una paz muy profunda...











          Luego de reposar por unos minutos, decidí emprender viaje caminando hacia Bermeo. Me separaban sólo unos kilómetros por una bella senda siguiendo el mar y contemplando paisajes únicos...

GRACIAS POR LEERME!!!

lunes, 14 de noviembre de 2016

San Juan de Gaztelugatxe

 
    Mañana libre en el laburo, anunciada una ventana de buen tiempo por la mañana. Sin pensarlo mucho más, madrugo un poco y decido tomarme el Bizkaibus 3518 rumbo a Bakio en la noche bilbaína. El amanecer llega y comienzo la aventura hacia un lugar mágico: San Juan de Gaztelugatxe.

         



     45´de bus me acercaron a Bakio, un hermoso pueblo pesquero muy cerca de Bermeo, en el que la pesca y los hermosos paisajes son una hermosa conjunción de elementos. La pesca ha sido y aún lo es en menor medida lo que le ha dado vida a estos lugares mágicos del Mar Cantábrico.



Leyendas en Euskera que reflejan que debemos transitar con precaución mientras transitamos el sendero...

     El chofer del bus, muy amablemente, me explicó el recorrido que debería realizar para llegar a la Ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Serían 45´aprox de caminata sobre la costa rodeando preciosos valles con sus pintorescas casas con su rebaño de ovejas y pequeñas parcelas,donde, como hace cientos de años, el estilo de vida es muy similar. Pareciera que la vida se hubiera detenido en estos lugares. Yo creo que explica mucho el sentir de Euskadi y su relación con el medio, y lo fuerte que se conectan a su tierra.


     Luego de serpentear varios senderos entre bosques, la vista es la de las fotografías. Descubrí esta maravilla! Ermita donde antes se asentaba un castillo del siglo X (Sí, es increíble la historia que tiene este lugar, no sólo es precioso, es sumamente importante en la historia del País Vasco.  Por acá pueden ver más info en la Wikipedia) , donde los oriundos de la zona aseguran que varios monjes hace cientos de años ocultaron el Santo Grial en sus diferentes pasos por el mundo.



     Cuando iba llegando, no dejaba de pensar en barcos que han trabajado sin cesar en los campos del mar, que han permitido alimentar a generaciones. Y también reflexiono sobre aquellos barcos de piratas y navegantes (como Francis Drake que atacó el lugar hace cientos de años, sí el mismo, el del Pasaje, jaja) que han sido parte de la historia del lugar y muchas veces tristemente han azotado y destruído sus elementos, para que luego, gracias a la ayuda de voluntarios, pudiera resurgir y brillar con su magia tan especial.

Muchas personas se han casado en este lugar tan mágico...

El interior. Observen la importancia vital del mar reflejada en todo su esplendor. Es una ermita muy especial.
             241 empinados escalones me separan de la cúspide, en la cual toco las 3 campanadas,sinónimo de buen augurio. Las mismas 3 campanadas que aún se tocan como sinónimo de buena suerte, fertilidad en las mujeres, y las que escuchaban los barcos luego de realizar varios giros en el mar, como agradecimiento por la buena pesca.

Refugio de peregrinos que está en muy buen estado y en el cual la gente se puede quedar a pernoctar.

           Qué se puede decir del lugar? No alcanzan las palabras, es alucinante! La conexión que se siente es muy profunda. Dá la sensación de que los restos de uno deberían de quedarse acá cuando deje de existir, querés formar parte de estos escarpados acantilados que mueren en el mar...


         Tuve la fortuna de ir justo un sábado, día en el cual varios voluntarios realizan obras de refacción en el lugar, el cual se encontraba abierto, algo muy raro para el visitante. El orgullo, la amabilidad para conmigo y la pasión que transmiten estas personas para con el lugar, me hacen entender lo que significa esta Maravilla Natural para todos los vascos, principalmente para los que habitan en sus zonas aledañas.

Los 241 escalones! :)

 Miro desde arriba y veo Santander entre niebla en el fondo, y en la otra dirección, el  Faro Matxitxako, ya cercano a Bermeo, que refleja su luz por millas en el mar, y evita que los barcos lleguen a peligrosas rocosas...



 Me despido de este lugar, sabiendo que volveré en no mucho tiempo. Teniéndolo tan cerca, dá ganas de sentir esa energía e inspiración nuevamente, en cualquier momento. Y agradezco a la vida por permitirme conocer lugares tan bellos! :D


GRACIAS POR LEERME!!!
Sendero de vuelta. Al fondo, Bakio.

Londres 2018

      Volver a Londres a fines de agosto del 2018 significó mucho para mí. A decir verdad, esta vez venía de Bilbao, de acña cerca. Era...