miércoles, 8 de febrero de 2017

Zumaia

En vez de "El último tren a Londres", este es "El Primer tren a Donosti", jajaja
Todo muy limpio y ordenado por la ciudad
 Salí antes de las 6 de la Estación de Abando en un bonito tren que tenía como destino Donosti. Aunque no puedo negar que tuve ganas de visitar nuevamente la ciudad, decidí quedarme con mi destino inicial, que era otra ciudad costera: Zumaia.
Costanera de Zumaia

Estaba fresco en el viaje y cuando llegué a la ciudad, fuí corriendo a un café a desayunar algo caliente (un café doble) y me puse al día con la temperatura, mientras veía a través del ventanal a la gente que llevaba los nenes bien abrigados a los colegios. Cuánto disfruto de vez en cuando en soñar que soy un viajero empedernido, que duermo en una ciudad distinta cada semana, que conozco gente nueva todos los meses, que nunca alcanzo a desarmar las valijas...Ojo, que es un poco lo que estoy viviendo, aunque ahora estoy haciendo una "vida normalita" en Bilbao, jajaja.

En la proa se ve la lucesita del soldador!
Caminé un poco por la orilla de la desembocadura del río. Algo así como una costanera bien cuidada, no muy extensa, pero muy bonita,con bidegorris clásicos de Euskadi (bidegorris= bicisendas argentas). Pude apreciar el puerto con algunos buques de importante calado. Ví que estaban soldando!!! Qué lindo! Me recordó el tiempo de cuando quemaba electrodos allá por mi pueblo natal con mi viejo. Años de adolescencia que me enseñaron a trabajar...




Clásicos cerritos que le dan la mano a los pueblos vascos hasta el mar...

Casita muy bonita. Creo que era un recinto municipal o algo así...


Por acá, es muy común que los ríos atraviesen las ciudades...


Otra vista de la costanera...


Antiguas fortificaciones de defensa ante invasiones, donde libremente flamea "La Ikurriña"....

Yo chusmeaba bonitas fuentes, y la gente de las ventanas me chusmeaba a mí, jajajaj




Casa típica del Casco Urbano de un pueblo vasco.

Yo gatillaba a todas las casas que me llamaban la atención...

"Hasta entonces, el verdadero fuerte de Zumaya, la Iglesia, emplazada estratégicamente sobre un montículo peñascoso, adelantando su atrio y su torre sobre la desembocadura del Urola y sobre el valle de Ardanza, había sido suficiente para contener cualquier ataque de la insaciable piratería. En el siglo XVII, ante amenazas de origen internacional, parecieron pobres las antiguas defensas; y el sargento ordenó que se hiciese un parapeto de cal y canto en la punta de Caleverría, que era el lugar mas avanzado de la villa sobre la costa. Esta iniciativa convirtió a Zumaya en una pequeña plaza fuerte; y desde su ejecución fue objeto, el nuevo fortín, de preocupación y cuidado constante y asiduo. En efecto; dos arios después, la provincia le dotó de cuatro piezas de artillería; en 1639, se cerró la Caleverría en la parte que el fortín abarcaba; en 1694, la provincia ordenó a la Villa que montase sobre curerias los cañones, y esta cumplió el mandato el año siguiente; en 1719, se hizo un cobertizo a las piezas y a la plaza de armas, que costo 487 reales de vellón; se dispusieron nuevas curetías para los cañones; se abrieron troneras, y se levantaron parapetos frente a la Iglesia Parroquial; en 1753 y 1756 y en 1802 y 1848, todavía sufrió nuevos arreglos el mimado fortín; ayer aún, en 1854, aparece citado nuevamente: "El morro de Caleverría".
El miedo a una invasión francesa obligó al Concejo, por su parte, a tomar espontáneamente otras precauciones, como fue la de construir una garita frente a la barra, en 1638, con una campana, un parapeto y un cobertizo; la de reconstruir y ampliar este cobertizo en 1720, para situar en él un cuerpo de guardia; y la de adquirir pólvora y barras de plomo para municiones, hasta el peso de un quintal, el mismo año que se fabricó el fortín. Por último, como la custodia de estos efectos de guerra requería una habitación independiente, el Ayuntamiento la arbitró, y la bautizó en un acta de 1694 con el nombre de Magacen de las municiones, nombre que, aun cuando a primera vista pudiera hoy parecer a alguno de origen francés, era, como saben los mas, castellano, de uso corriente en aquel tiempo, y de origen arábigo.
Sólo resta añadir que los barrios quedaban fuera de las fortificaciones, hasta el punto de que, cuando en alguna escritura antigua se habla de casas de estos barrios, se dice siempre: "Extramuros de la Villa." " (Fuente http://www.euskomedia.org/aunamendi/129523/138064)


Parque que usan los corredores y senderistas muy cerca del mar y con vistas muy lindas...

Playas increíbles con cantos rodados y con sectores que parecen aislados del mundo externo...




Luego de un paseo por la ciudad, ya me interné en la costa, para lo que luego haría: recorrer la Ruta del Flysch, que en otra entrada describiré...



Pórtico que antiguamente sirvió para defensa y hoy, te conduce al mar...




Algunos acantilados custodian a la ciudad

GRACIAS POR LEERME!!!





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