viernes, 21 de octubre de 2016

San Sebastián

        Hace casi un mes, a mediados de septiembre, me asomaba a la capital de Guipúzcoa, San Sebastían (Donosti) con el grupo de estudiantes extranjeros que me acompañó al principio de mi estadía por el PaísVasco.
           La belleza de San Sebastián es magnífica, realmente uno comprende porque el turismo ha sido el motor de la ciudad desde hace un tiempo, no demasiado lejano, pero lejano, en fin. Cosas y hábitos de la realeza, hicieron que comenzar a vacacionar en la ciudad y atraer a extranjeros desde tierras remotas, fuera moneda corriente.

         Su cercanía con el vecino país de Francia, (la separan escasos kilómetros), hicieron que Donosti se convirtiera en una ciudad muy con el estilo afrancesado, con tintes diferentes al resto de Euskadi, incluso como comentaba, el hecho de que veraneara la realeza, las personas de alto poder adquisitivo, no dudaron en instalarse en la pequeña ciudad.

         Fue escenario de intensas luchas contra las tropas francesas, y fiel reflejo de ello, son los cañones que aún se conservan en lo alto del Monte Urgull con sus fuertes que custodian la ciudad.

             También estuvimos en el Monte Igueldo. Subimos en un funicular y desde la cima apreciamos la preciosa panorámica de la Bahía de La Concha. Todo el paisaje es demasiado bonito, la combinación de naturaleza y mar dentro de una ciudad pequeña, hace un marco entrañable.

En la cima del Monte Urgull
           También sobre el mediodía pude disfrutar de la playa (la temperatura del agua estaba bastante templada a pesar de que era otoño), y de una competencia de triatlón que se disputaba ahí mismo, así que lo disfruté por partida doble. Ver deportes en un lugar encantador, qué más se puede pedir a la vida!
          En cada momento de pensamiento, no podía dejar de imaginar y pensar lo que debe ser vivir la vida en un lugar como este. Llevar a cabo las actividades cotidianas con estos marcos, esta posibilidad constante de hacer deportes al aire libre en un break de laburo, o cuando dejaste tus hijos del colegio y te queda un huelgo de tiempo hasta arrancar la jornada laboral. Increíble!

           Incluso se festejaba el Festival de Cine justo ese día! Tamaño acontecimiento se daba cita en la ciudad. Eso hacía que fuese incesante el devenir de personalidades relacionadas a las estrellas cinematográficas, pero que no impedía que los surfistas sigan buscando las mejores olas muy cerca de donde se encontraban los cinéfilos.
El Peine de la Costa
          Realmente la ciudad me encantó, me alucinó! Vaya novedad, no? jajaja. Pero en verdad, era más de lo que esperaba. Eso que no la conocí casi nada, ofrece mucho más de lo que observé yo en mi corto día de paseo. Quedará en el tintero para otra visita en un futuro no tan lejano...

GRACIAS POR LEERME!!!



Mirador del Monte Igueldo

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