martes, 8 de noviembre de 2016

Ganekogorta

           Miro el pronóstico el lunes a la noche luego de llegar del laburo, y veo que va a llover al día siguiente y varios días más, jajja. Y sí, estás en Euskadi, me dirían acá. Por lo tanto, decido amigarme con el txirimiri y decido que el día martes emprendería una travesía por el Ganekogorta (cima de 998 metros), la cual hacía varios días quería ascender.
       Antes de comenzar, puedo decir que el Ganeko era uno de los montes bocineros de Vizcaya, donde se convocaba a Juntas Generales hace unos años, mediante hogueras y el toque de cuernos.

        Es un monte muy querido por los vizcaínos junto al Pagasarri ("Paga" para la gente de acá). Cabe destacar que el Ganeko es la cima más alta de las sierras del sur de Bilbao, así que su ascenso requiere un cierto nivel de destreza, a pesar que sus senderos son relativamente fáciles.

        Como les decía, partí desde Rekalde, previo ascenso al Paga de pasada y continuar el nuevo sendero (para mí) hacia elGaneko. Durante todo el recorrido obviamente que llovió, así que a ponerse la capucha y seguir corriendo y en algunas partes andando, ya que me costaban las cuestas empinadas (aquí mi crudeza en la situación de correr en desniveles, pero ojo que poco a poco voy avanzando, jaja).

       Párrafo aparte para toda la gente mayor que asciende el Paga y todos estos montes, caminando bajo el paraguas, unos genios!!! Jamás se me había ocurrido! Una vez más, acá compruebo la tenacidad y resiliencia de los vascos a adaptarse al clima. Claro, llover no deja de llover, pero ellos se adaptan a él, sin excusas, y eso me encanta! A dejar de quejarse, y pasarlo afuera aunque el clima intente detenernos! 



         Yo mientras seguía ascendiendo entre senderos con algunas coníferas y árboles más bajos, serpenteando entre piedras y barro de los sinuosos y entretenidos caminos. Avanzaba cada vez más, y la cima del Ganeko se escondía tras las nubes y una espesa niebla. Me encantaba la situación, porque era como si la cima me dijera: "No me voy a dejar ver hasta que no me asciendas, luchá para conseguir verme y tocarme. Yo estoy por estos lares, esperándote...".


El ortzadar (arcoiris) cerca de Alonsotegi... 
           Cada vez más arriba, la baja temperatura se hacía sentir. Había salido con algo de 7°C y allá arriba debía hacer varios grados menos. Pero no importaba, ya estaba más cerca, quedaban unos pocos metros sobre el último sendero que abrazaba otras cumbres y te llevaba a lo alto del Ganeko.
          Por ahí, luego de recorrer la mayoría del trayecto y acercarme a la cumbre, vislumbré algo que no imaginaba ver en ese momento: NIEVE!!! Sí, era nieve sobre la ladera del monte! Qué grata sorpresa fué tenerla entre mis manos! Luego ya hasta había un poco en el camino, junto a los torrentes de agua que bajaban desde lo más alto y hacía que la nieve fuera desapareciendo poco a poco. 

          Ya finalmente cerca de la cima, veo entre la niebla el mojón geodésico que indicaba los 998 metros. Había llegado!!! Todo esto lo viví con un intenso y frío viento que intentaba impedirme sacar fotografías, pero por suerte, no lo logró y pude capturar algunos momentos que quedarán grabados por siempre en mí. Esas imágenes de momentos mágicos, que te acercan a la identidad vasca,que te hacen sentir más aún de esta tierra, que conocen de mis raíces, lugares que han visto y sido vistos por mis antepasados en otras épocas, y que hoy tengo la grata oportunidad de estar viviendo, recorriendo y disfrutando...

           Me despedía y comenzaba el descenso con una amplia sonrisa por los bellos paisajes vistos y admirando varias aves rapaces que parecían decirme: "Hasta la próxima", y que sabía que eran los propietarios de estas tierras junto a la demás flora y fauna, que habita estos lugares...


GRACIAS POR LEERME!!!













El siempre oculto por la niebla y ansiado mojón de la cima...




Comenzando el descenso hacia Bilbao...

La cima está custodiada por hermosos cóndores...

Los buitres me despedían desde lo alto...

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